sábado, 16 de enero de 2021

Verdon

Verdon

El verano pasado estuvimos por el Verdon unos días; una ola de calor no nos dejó escalar todo lo que hubiésemos querido, así que nos prometimos volver este año, si las temperaturas eran más llevaderas. En septiembre cogemos la furgoneta y ponemos rumbo a la Provenza francesa, con intención de visitar el Verdon y Annot. 

No creo que el Verdon necesite muchas presentaciones... Cañón sobradamente conocido por diferentes escaladores alrededor del mundo. Una de las escuelas donde más se vivió el auge del "free-climb" en los 80. 

Cosas a tener en cuenta si queremos visitar el Verdon: 
  •  La mejor época es primavera/otoño (como en casi todos lados), en verano hace mucha calor, y la mayoría de vías están orientadas al este. 
  • El camping municipal que hay a la salida del pueblo es muy tranquilo y barato, vale la pena. 
  • En la Palud, hay un super pequeño y una gasolinera (todo bastante caro...). También una pequeña tienda de escalada, donde podremos comprar la guía (bastante útil, por no decir imprescindible, para encontrar los rapeles). 
  • Vimos bastantes cristales de ventanillas rotas en los apartaderos donde se dejaban los coches para ir a escalar, mucho ojo en no dejar nada a la vista...
  • Algo que parece una obviedad pero hay que tener en cuenta: para las vías que se accede rapelando, no sería mala idea llevar una estática de 100 metros para rapelar más cómodamente, pero sobretodo para asegurarnos una vía de escape en caso de que algo no saliera como teníamos previsto. 
  • El grado allí aprieta, y las chapas, por regla general no están cerca, sobretodo en las vías ochenteras... 
  • La roca, por lo general es muy buena/excepcional. 
  • En las vías duras, el pie de gato mejor que sea apretado...


Para el primer día elegimos una clásica, la Série Limitée, a la impresionante Paroi du Duc. Los principales motivos fueron su orientación oeste (sombra de mañana), y su acceso a pie, sin tener que rapelar. También nos parecía una buena vía como primer contacto. 

Para acceder hay que aparcar (Maps) en el parking del Tunnel de Baou, a 15 minutos en coche de la Palud. Desde aquí seguir el evidente sendero, hasta cruzar una tirolina (justo antes de un túnel), y un pequeño tramo de cuerdas fijas, y en cuestión de 20 minutos nos plantamos en el pie de vía. 

La vía nos pareció buenísima, muy variada, ningún largo se parece al anterior, cosa que la hace muy amena y entretenida. Completamente equipada para no pasar miedo, pero siendo una escalada bastante obligada. Destacar la chorrera del L5, el desplome con canto del L6 y las placas alucinantes del L7 y L8... una joya que nos encantó. El ambiente es inmejorable. 


La Paroi du Duc durante la aproximación, preciosa...


Topo de Korkuerika, muy buena, como siempre. Grado Verdon.


Cruzando el río Verdon. 


L1, más bonito de lo que parece desde abajo. 


Diedro técnico en el L2.


L4, desplome y canto.


Final del L7, el largo más duro de la vía. Pasos de bloque en el desplome y placa técnica final donde hay que dar la talla. Ambiente sublime. 


L9, muy bueno también.


Final de la vía, con Escalès de fondo.

Para el descenso, hay que caminar por el circo hasta llegar a la pared que hemos tenido delante mientras escalábamos la vía. Buscar los rapeles que llevan a la canal y posteriormente rapelar por la vía. A nosotros nos costó un poco encontrar el primer rapel, está un poco escondido...


Cruzando la tirolina de vuelta

 El día siguiente teníamos cita con la pared más representativa del Verdon, Escalès. 
Es un paredón que impresiona mucho, para acceder a la gran mayoría de las vías hay que rapelar previamente, con sus múltiples inconvenientes. Los dos más destacables serían: encontrar la instalación de rapel correcta (hay muchas, y algunas bastante juntas) y el compromiso de salir por arriba si o si. A cambio, esta pared nos aportará un ambiente y una escalada de película, de aquellas que llenan el espíritu y las recuerdas por siempre. 

Teníamos varías vías en mente, al final tuvimos que optar por buscar vías cortas para escalar por la tarde, ya que por la mañana hacía mucha calor. 

En lo que se iba el sol (entre las 14h y las 15h en verano), queríamos aprovechar para hacer algo de "deportiva". No me quito de la cabeza la mítica foto del solo de Alain Robert en No Self Control. La tengo en la lista de las "imprescindibles" de Guido, que fue local durante bastante tiempo, así que nos ponemos manos a la obra y a buscar el rapel. La vía se encuentra en el sector Golem. 


Foto fanática de Alain Robert en No Self Control, 7a.

Ojo! en la guía la encontraremos como Dimension Cachée, que nosotros nos volvimos locos rebuscando la guía buscando No Self Control y no la encontramos. 


La vía empieza en una cómoda terraza. Primer tramo de placa muy técnica con un movimiento duro en flanqueo, después más agradecida en desplome con buen canto. Preciosa. 


La r del rapel. 

Una vez entrada la sombra fuimos al sector Frime (Maps), para hacer otra de las míticas, Les Frères Caramels Mous. Ésta vía nos pareció buenísima, un poco corta, pero combinable con otras del sector, como Surveiller et Punir (hicimos el último largo, muy bueno pero un poco sobado). 

El primer largo de la Frères empieza con un paso duro saliendo de la cueva, seguido de un tramo más asequible, y por último un paso duro entrando a la reunión. 


Ambientillo...


Falta canto!!! 7a+...

El segundo largo empieza desplomado con buen canto y va aflojando hasta la cima. Ojo al slab final que se las trae.


Maria en el L2 (7a) de Les Frères Caramels Mous, un pequeño punto en un mar de calcáreo de diferentes tonalidades, precioso.... Éste muro aguanta al sol hasta las 17h, así que es una buena opción para los meses más fríos. 

Para acabar el día fuimos a hacer una vía vía "friki" que la guía la deja de "one of the best ratio grade-ambience climb in the Gorge". La vía en cuestión es Tanti Auguri, un 6c brutal, cortito, y con todo el patio de Escalès. La vía es sumamente fotografiable. 



Perfecto espolón en el corazón de Escalès. 

Para acabar el día hicimos Les Kingos, un 7a bonito, pero sin más. 


Al día siguiente queríamos escalar en una zona diferente del congosto. Nos decidimos por la Tandem pour une évidence. Para acceder hay dos maneras: por Maline hut (más cerca de la Palud en coche, pero aproximación y retorno considerablemente más largo) o conducir hasta el Auberge des Cavaliers (maps), a una hora de la Palud, pero a cambio tiene una aproximación y un retorno mucho más cómodos. Nosotros optamos por la segunda opción. 

Desde Cavaliers hay que seguir unos metros por la carretera, hasta encontrar un cartel con la senda que baja dirección a la Passarelle de l'Estellier. Una vez en el puente, sin cruzarlo, hay que seguir el sendero que va paralelo al río (en dirección contraria al cauce) hasta encontrar el pie de vía. Como el día pintaba gris y había un alto porcentaje de probabilidad de lluvia decidimos entrar por la vira, para escaquear los dos primeros largos (los menos interesantes de la vía). 


En la foto se aprecia claramente la feixa por la que entramos. A mitad de feixa hay un corto rapel/destrepe de 10 metros. 



Ojo con ese 6a/b obligado... grado Verdon.

La vía nos pareció buenísima y exigente. Nosotros no llevamos friends, pero si los hubiésemos llevado hubiésemos puesto en los largos de fisura, ya que algún seguro está considerablemente lejos (o quizás no teníamos el día...). Todos los largos son muy variados, flanqueo, fisura, diedro, chimenea, placa, espolón... Todo sobre roca excelente de soberbia calidad. 


L3, (nuestro primer largo), flanqueo horizontal de 6c+, bastante equipado pero con algún paso obligado. El siguiente es una fisura fina anaranjada preciosa. 



L5 y L6, donde hubiésemos agradecido un juego de friends medianos...


Los dos últimos largos, buenísimos. Sobretodo el penúltimo. Un espolón perfecto, de roca excelente, sencillamente memorable. 



Una vez terminada la vía, hay que subir hasta la carretera y caminar por ella hasta llegar Cavaliers, 10 minutos.  Al final aguantó el día, y no llovió. La orientación de la vía es NE.


Después de Tandem conducimos hasta la Palud, tenemos ganas de volver a Escalès, así que para el día siguiente nos decidimos por una de las de las míticas, l'Ange en Décomposition, un "must" de Escalès. Ésta vía, se hizo muy conocida por la caída de Patrick Edlinger filmada en el la película Opera Vertical, en el segundo largo.
  

También por el vídeo del impresionante free solo de Alain Robert, el hombre araña. Una vez escalada te das cuenta de la magnitud del solo, brutal. Un 10 de vídeo. 



Hay veces que vas a hacer una vía que has visto en fotos míticas antiguas esperando que sea muy buena, y a veces te decepcionas porque no era tan buena como esperabas. Otras, repites vías míticas y entiendes por qué son tan míticas y repetidas, ya que son pequeñas joyas... pues ésta está dentro del segundo grupo. 

Para acceder a los rapeles de Ange en Décomposition, lo más cómodo es aparcar en el mirador Carelle y subir unos 5 minutos en tendencia a la derecha hasta el borde de la pared. Tendremos que localizar una pequeña debilidad por la que podremos desgrimpar sin dificultad hasta encontrar el primer rapel de (o desgrimpada de IV) que nos llevará a la cima del pilar donde se encuentra la L'Ange, Reves de Fer... Encontrar el rapel es sencillo, ya que hay una marca que nos lo indica. 


En tres rapeles, de 30m, 35, y 40m, nos pondremos en el  "pie de vía" (una repisilla colgada a unos 200 metros del suelo. 


El primer largo, a nuestro parecer, es el largo clave, un movimiento duro (por suerte, no muy obligado) saliendo de la placa inicial, y luego aguantar la continuidad y los alejes. 


El segundo largo, es el 7a, pero nos equivocamos, e hicimos el segundo largo de la vecina Tronche à Noeuds, 6b+ precioso...



El tercer largo ya es más sencillo (6a+), pero no hay que despistarse, ya que las chapas no están cerca. 

Como nos quedamos con el espinita de no haber hecho el 7a y todavía nos daba tiempo, Maria me propone volver a bajar a hacer el 7a, a lo que sin dudarlo le respondo que sí...


Mismo movimiento 


Misma foto...


Brutal, vaya patio...

Este largo es genial, como lo hicimos a última hora de la tarde ya no hacía calor, así que pudimos disfrutar del buen tacto, bastante necesario si se quiere encadenar, ya que hay un par de pasos donde los pies están un poco sobados, pero nada del otro mundo. El largo empieza con una placa técnica y sigue con un final más desplomado con unos boquetes alucinantes. Un 10 de largo y de vía. Un must, sin duda. 



Después de unos días fanáticos por el Verdon, ponemos rumbo a Annot. Sin duda volveremos, nos fuimos enamorados. 

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